Los niños, Poderosos creadores y magnetos de cuanto desean

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El artículo que quiero compartir contigo hoy es acerca de lo que he aprendido durante este tiempo que Dios me ha dado el privilegio de ser madre.

Mi hijo ha sido un excelente maestro para mí y para todo lo que estudio y me hace confirmar una y otra vez lo fácil que es manifestar aquello que se desea puramente en la vida, siempre que no existen resistencias, bloqueos ni necesidad de tomar control sobre el cómo se desarrollaran los eventos.

El secreto más importante para el tema de la manifestación de los sueños entonces, cualquiera que sea el tamaño de tu sueño radica en saber a ciencia cierta lo que se desea de manera pura y genuina, esto quiere decir sin lugar a dudas y luego entonces aprender a soltar y dejar que la respuesta de nuestro deseo cumplido llegue en el tiempo perfecto para ello.

 

A continuación, te voy a narrar algunas anécdotas que he podido analizar de las manifestaciones maravillosas que ha hecho mi niño.   Para ti y para mí, podrán parecer cosas pequeñas y fáciles, sin embargo, el proceso y la forma en la que se dieron los eventos han sido bastante reveladoras y puedes sacar mucho provecho de ello.

 

 

*** Cocodrilito de peluche***

 

Hace unos meses mi niño había obtenido un cocodrilito de peluche que le había gustado muchísimo, ese juguete como muchos otros son parte de una promoción del menú para niños de un restaurante de comidas muy conocido que atrapa la atención de los niños por sus variados juguetes de la película del momento, en esta ocasión el quedo encantado con este juguete muy especialmente y llevaba su cocodrilo a todas partes, dormía con él y creaba historias maravillosas todo el tiempo.  Un día salimos de compras al mercado y decidió llevarlo consigo, pese a que le habíamos dicho que lo dejara en casa para evitar inconvenientes ya que estaríamos atendiendo otras cosas.   Ese mismo día entre las compras y demás mi hijo perdió su juguete favorito, lloro amargamente toda la tarde luego de buscarlo en todos los lugares posibles en que hubiese podido haberse quedado.  Le dijimos que en adelante tendría que evitar sacar de casa o del carro sus juguetes para evitar accidentes, y los siguientes días cada que recordaba su juguete se ponía un poco triste.   Pasaron unos días y ya se había adaptado a la perdida, eventualmente mencionaba que esperaba que pudiera volver a encontrar un juguete igual al que había perdido.   Mi familia supo de la situación tal como había sucedido, también sabíamos que era muy difícil que en el restaurante donde lo había obtenido tuvieran ese juguete ya que habían pasado ya varios meses de esa promoción y los juguetes que ahora ofrecían eran de otros totalmente diferentes.   Sin embargo unas semanas después del evento, cuando mi hijo ya había dejado ir por completo ese juguete, su madrina llego con un cocodrilo idéntico al que había perdido, cuando se lo mostro y le dijo que era para él, mi hijo se puso muy contento, primero preguntó que donde lo habían encontrado, pensando que era el mismo que había perdido sin embargo resulto que por azares del destino mi sobrino alguna vez unos meses atrás había ido a ese restaurante y había obtenido un juguete idéntico al que mi hijo había perdido, así que luego de saber la historia decidió que mi niño lo conservará.

 

En otra ocasión habíamos salido con mi esposo y mi niño al cine.  Durante la película habíamos comido palomitas de maíz, refresco y chocolates, así que decidimos que regresaríamos a comer a casa en lugar de comer en la plaza comercial en la que estábamos, ya que estábamos llenos.

Cuando vamos saliendo del cine pasamos cerca de la zona de comidas y mi hijo vio el logo del restaurante de comidas que ofrece siempre bonitos juguetes parte del menú infantil y de manera inmediata mi hijo sintió muchísima hambre jajaja.

 

Nos dijo, “Ayyy mamá tengo muchaaa hambre, ¡Podemos comer en el restaurante que me gusta!”  yo sabía que lo único que le interesaba era obtener un nuevo juguete, de hecho él siempre va conmigo para revisar los que tienen y elegir el que prefiere,  como seguramente lo harán la mayoría de los niños, ante ese detalle me reí, pues me causo mucha gracia,  mientras le dije:  “No hijo, ya habíamos pactado comer de regreso en casa, ya comimos cosas en el cine y necesitamos esperar para comer de nuevo”, mi niño acepto tranquilamente mis razones, algo que se me hizo bastante extraño, y volvimos a casa sin problemas.  Cuando llegamos a casa, encontramos dos juguetes de ese restaurante en el garaje, mismos que eran un regalo para mi niño de parte de su tía.

Esto me pareció una manifestación maravillosa, sobre todo porque tenía menos de 20 minutos que habían pasado en el que él había mencionado ir al restaurante y además quería ver que juguetes tenían para elegir el suyo.   No tuvimos que comprar la comida, pagar por el juguete y ni siquiera pedirlo, el simplemente lo deseo, soltó su deseo y 20 minutos después estaba jugando con no 1 juguete sino dos juguetes del restaurante que habíamos dejado atrás hace un momento.

 

En otra ocasión salimos de paseo en familia, mi niño es un amante de los dinosaurios y tiene varios juguetes de dinosaurios que le hemos regalado.  Ese día íbamos en el carro camino a un parque y el iba muy emocionado y feliz y llevaba dos de sus dinosaurios con los cuales jugaba, en el camino me estaba comentando de los dinosaurios gigantes que habían, de lo feroces que eran, entre otras cosas ya que gusta mucho de ver documentales y programas donde aparecen este tipo de animales.   Ese día en el camino al parque vimos en uno de los camellones una carpa enorme como de circo donde alcanzamos a ver dos figuras de dinosaurios de gran tamaño, mi hijo las vio y me grito emocionado para que los viera, resulto ser un show que había estado allí en algun momento y ya estaban recogiendo las últimas figuras para trasladarse a otro lado.   Aquí lo más importante fue la forma en que llegó a manifestar poder ver más de las figuras que tanto le agradan con el simple hecho de estar conectado, viendo, sintiendo y viviendo aquello en lo que continuamente pensaba.

Definitivamente debiéramos ser como niños, rescatar y cultivar nuestra capacidad de desear con pasión lo que sea que queramos y no dejar lugar a dudas, resistencias o bloqueos que impidan la manifestación rápida de aquello que deseamos.

 

HE AQUÍ EL PROCESO QUE ENCUENTRO EN LAS MANIFESTACIONES DE MI NIÑO, UTILIZA EL PROCESO Y MANIFIESTA LO QUE QUIERES

 

  1. Piensa en lo que quieres
  2. Deséalo con pasión
  3. Disfrútalo antes de tenerlo, sin importar cuando o como llegue solo deséalo
  4. Suelta aquel deseo y sigue siendo feliz con lo que tienes en ese momento
  5. Recibe lo que pediste

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