El día de hoy quiero compartir contigo la reflexión personal que he realizado ahora que mi vida ha dado un giro maravillosamente sorpresivo y hermoso.
Después de 14 años de feliz matrimonio y de sentir que estoy con el hombre perfecto para mi, ese amor maravilloso que cualquier mujer sueña tener, llega a nuestra experiencia la felicidad que se experimenta con la visita de la cigueña. Un hijo indudablemente es una experiencia que te cambia la vida, de la forma en que llegué, la transformación que ejerce en la vida de las personas es realmente importante, y en nuestro caso personal como pareja ha sido una feliz experiencia tanto para mi esposo como para mi.
Muchas personas me dicen que por fin tendré una cita a ciegas con el amor de mi vida, y se refieren a ello en el momento en que mi bebé nazca y lo tenga entre mis brazos. Aunque estoy segura de que será una experiencia totalmente maravillosa, llena de amor y muchisima felicidad por la espera constante y las ganas imperiosas que tenemos de abrazar a nuestro pequeño bebito, pienso que el amor de mi vida ya lo conocí desde hace mucho tiempo. El amor de mi vida lo conocí en el momento en que me aprendí a amar como ser humano, aquel día en que deje de pensar que no era lo suficientemente valiosa para encontrar el amor de una pareja, en el momento que dejé de criticarme duramente y de no aceptarme tal como soy y logré enamorarme de mi misma, el amor de mi vida se poso frente a mi cuando logré mirarme al espejo y darme cuenta que esa mujer que se reflejaba allí era el amor más grande y la responsabilidad más importante que Dios había puesto en mi vida. Cuando me reconcilie con mi niña interior y me comprometí a darle todo el amor que ella se merecía, entonces el amor de mi vida se convirtio en una rafaga incesante de formas distintas de amar que llegaron a mi encuentro.
Conocí mi pareja ideal, ese amor maravilloso que también se convirtío en el hombre de mi vida, y que muchas veces lo llamo al igual que a mi misma el amor de mi vida, aprendí a amar a mis amigos y sabe que tan especiales eran en mi vida y valorarlos con una forma distinta de amor, otros amores en mi vida los aprendí a entender al verlos en mi familia, y una experiencia más que DIOS me regala para experimentar otra forma distinta pero maravillosa de amor es la llegada de este bebé que se ha convertido en una forma de amor tan profunda que me hace vibrar cada célula de mi cuerpo, estando en mi vientre le digo cuanto lo amo aún sin conocerlo y logró darme cuenta que la intensidad de este amor es inmenso, muy equiparable y similar al que siento hacia mi misma, hacía mi familia, hacía mi pareja….son formas de amor distintas pero que estan pintadas con intensidades diferentes, es por ello que para mi lejos de pensar que conoceré al amor de mi vida en el momento que nazca este hermoso ser humano pequeñito que llevo dentro, es el encuentro con una manifestación más del amor inmenso que he logrado atraer a mi vida al conquistarme a mi misma y al aprender a amar en muchos niveles y de muchas formas.
Deseo que atraigas a tu vida el amor en todas sus manifestaciones, que logres conquistarte a ti mismo y así a tu verdadero amor y que una vez que lo logres, atraigas el amor en todas las formas, intensidades y niveles.
Con todo mi amor,
Lic. Sandra Coral D.
Un comentario
¡Hermoso artículo!
Gracias por compartir.
Saludos desde el Paraguay.