Lucia amaneció en el piso de su alcoba, tirada en la alfombra boca abajo; le había derrotado el sueño…
Luego de llorar toda la noche de forma incesante al recordar cómo aquel hombre maravilloso hace a penas 6 meses, se convertía en una decepción más para su vida.
Esta fallida relación le demostraba nuevamente que todo parecía haber sido un triste y falso sueño. El verdadero amor para ella, parecía ser inexistente o por lo menos así lo creía hasta ese momento.
Lucia siempre ha mantenido un sueño como el más importante en su vida, vivir la felicidad del amor junto a un hombre maravilloso que la quiera. Ese ha sido su único y más preciado deseo desde hace varios años, desde ese sueño, ha iniciado relación tras relación buscando el tan ansiado príncipe de sus sueños. sin embargo, su vida amorosa no le ha sido del todo positiva, su corazón se enamora rápidamente y se olvida de disfrutar el proceso y el camino. Algo dentro de ella dispara creencias negativas con respecto a las relaciones, los hombres, a la fidelidad, a la confianza entre otras muchas cosas, y estas creencias dirigen sus conductas y comportamientos. Inconscientemente Lucia ha atraído justamente al tipo de hombre que rechaza, propiciando para ella misma un doloroso desenlace y esta conducta se ha replicado durante mucho tiempo.
Esa mañana lucia abrió los ojos y sintió que todo su cuerpo dolía tanto como estaba doliendo su corazón aquel momento, no parecía para nada justo seguir sufriendo por amor de nuevo, ese hombre me ha lastimado “Se decía”, en verdad creí que él si era el amor verdadero… De nuevo me siento vacía.
¿Te ha pasado cómo a Lucia? ¿Te has sentido vacía y cansada de replicar patrones constantes donde al final terminas de nuevo sola, decepcionada y más insegura?
Yo sí lo sentí en carne propia, yo también me encontré en un momento en el que sentí que aquel quién yo creía era el amor de mi vida sacaba mi corazón literalmente de mi pecho y lo botaba a la basura…
Después de haberle dado todo, después de haber creído en él, de haber hecho una historia maravillosa en mi mente, él boto todo a la basura y yo me quede totalmente vacía, sin rumbo, sin saber qué hacer, incluso llegué a pensar en terminar con mi vida…
Me parece bastante exagerado cuando lo repaso ahora, yo al igual que Lucia no contaba con las herramientas que ahora cuento, pensaba que mi felicidad dependía de ese hombre o de alguna otra persona, me sentía vacía porque no sabía hacia dónde ir, que hacer o cómo sacarme de esa necesidad imperiosa de sentirme querida por otro. La verdad era que ni yo misma sabía que era quererme, pensaba que lo hacía sin embargo todo el amor que había dentro de mí lo entregaba a los otros hasta quedarme vacía y luego no sabía cómo manejar ese dolor que estaba quitándome el aire…
Lucia tomó una decisión esa misma mañana, decidió que nunca más dejaría en manos de otro su felicidad, decidió que era momento de buscar ayuda para hacerse cargo de cambiar esos patrones que estropeaban constantemente su oportunidad de disfrutar de la vida, sus relaciones, incluso de sus decisiones. Ya no quería culpar a nadie de su sufrimiento, deseaba aprender a hacerse cargo de sus emociones, deseaba corregir lo que pudiera ser corregido y dejar atrás lo que estaba atrayendo la evidencia de lo que NO QUERIA EN SU VIDA y entonces dejó de intentar sola, encontró que la mejor forma era trabajar en ella, apostar por quererse, mimarse, entrenarse para ir por sus sueños empoderada, de esa manera así nunca más se sentiría vacía, recordó una tarjeta que su mejor amiga le había proporcionado; las palabras de su amiga fueron directas
“Lucía deja de repetir lo que NO FUNCIONA, sólo te estas dañando tú sola” Luego de esas palabras su amiga Amanda puso en su mano una tarjeta a la que ella no le puso especial atención en ese momento.
Ahora mismo la tenía en sus manos de nuevo, la tarjeta decía Dr.T “El dolor pasa pero el sufrimiento tú lo eliges, hazte cargo de tu felicidad ahora, yo te ayudo” y había un número. Lucía marcó y pidió una cita esa misma tarde, allí comenzó el viaje hacia su nueva vida, aprendió a soltar la necesidad de sentirse querida, descubrió que ese amor que tanto buscaba afuera le hacía falta entregárselo a ella misma, aprendió a sentirse feliz siendo ella misma, aprendió a amarse, a disfrutar de su propia compañía, y también entendió que vivir una relación amorosa feliz no era el privilegio de unas pocas, el Dr.T le mostró que ella misma había diseñado un sistema único para atraer parejas equivocadas, había estado apoyando creencias negativas que se hacían más fuertes cuando compartía en pareja y esto detonaba dolor y sufrimiento.
Cuando descubrió que era ella misma la responsable de aquellos pobres resultados, el Dr. T le enseñó a utilizar técnicas y herramientas que le permitieron crear una nueva historia, con el tiempo Lucia comenzó a amar esas herramientas, por lo bien que se sentía al aplicarlas, cada día que las ponía a trabajar se sentía más conectada con lo que verdaderamente quería atraer a su vida, su energía era radiante y lo mejor de todo es que ya no estaba aferrada a que las cosas sucedieran de forma inmediata o de una forma exclusiva. Había aprendido a disfrutar del viaje, Lucia también aprendió a dejar fluir el juego de la vida, aprendió a disfrutarlo soltando la impaciencia y comenzó a sentirse cada vez más cómoda consigo misma. Ya no tenía ansiedad de tener que estar dentro de una relación, no la necesitaba para sentirse plena, la quería pero no la necesitaba y se dio la oportunidad de disfrutar lo que iba llegando sorprendentemente a su vida.
Conoció nuevas personas entre ellas un par de prospectos que parecían interesantes sin embargo Lucia había aprendido a ser consciente de que esa pareja maravillosa, única y especial para ella llegaría sin forzar absolutamente nada y su trabajo era permitir que así viniera, por lo tanto se dio la oportunidad de salir y conocer a esos prospectos, disfruto mucho el proceso y el tiempo se encargó de entregarle su pedido. Pedro llegó a su vida, de manera insospechada un día cualquiera ambos se toparon de frente, no hubo palabras solo una mirada que los conecto poderosamente…Lucía sintió que él era ese amor de su vida, no podía definir porque se sentía tan segura, Pedro siguió caminando y paso de largo, aunque no pudo evitar voltear para seguir mirando a Lucia a los ojos. Luego Pedro entró a una torre de oficinas y se perdió de la vista de Lucia. Ella sintió una punzada en el pecho y mucha alegría en su corazón, mentalmente sólo le dijo “Hasta pronto amor de mi vida, te deseo que seas abundantemente bendecido”. Luego siguió muy animada con sus actividades del día.
Una semana después Lucia regresaba a casa, usó la misma ruta que había caminado aquella tarde que se topó con Pedro sin intercambiar palabras, y de pronto se dijo a sí misma: “Que tal sí hoy es el gran día de mi vida” ; luego sonrío para sus adentros. Miraba al piso imaginando aquel encuentro, no había aprehensión en su deseo, sólo diversión y agradecimiento; de pronto alguien le toco el hombro y le dijo: “Señorita, señorita se le ha caído esto”
Lucía levanto el rostro un poco sorprendida, no se había dado cuenta que uno de sus guantes se había caído del bolso y estiro la mano para recibirlo. Allí estaba de nuevo Pedro, entregándole el guante que se había caído, ella sonrío pensando lo divertido y sorprendente que le parecía aquel encuentro…
Además de que su corazón latía muy rápidamente, ella sin darse cuenta seguía tomando la mano de Pedro con fuerzas sin soltar el guante que el sostenía,
Pedro le pareció gracioso, y le dijo: “Es un placer conocerla señorita, tome su guante y regréseme mi mano si es tan amable” mientras sonreía. “Por cierto, Mi nombre es Pedro”.
Lucia respondió: “Mucho gusto, Pedro, gracias; es que venía bastante distraída”.
Mantuvieron una corta conversación esa tarde, y Pedro le invito a tomar un café en la cafetería que había justo cruzando la calle, Lucía acepto gustosa. Dos meses después ya eran pareja oficialmente, Pedro era el tipo de hombre por el que ella había estado trabajando con su energía, las herramientas que había aprendido le habían ayudado a atraer el hombre que ella en verdad deseaba y su relación se fortaleció día a día, hasta que finalmente luego de 8 meses juntos Pedro le hizo la gran pregunta: “Deseas casarte conmigo”. FIN.
Espero que hayas disfrutado esta historia, que te sientas motivada a creer que es posible vivir de ese amor maravilloso que tu has soñado, a entender que no es un privilegio ajeno a ti ni mucho menos, Lucia le dio fin a su vida de tormento cuando decidió hacer consciente lo inconsciente optando por tomar la guía de un experto. ¿Estás lista para dejar atrás el pasado y crear esa vida fabulosa que quieres? Te invito a registrarte ahora a mi membresía mensual y recibir mi apoyo personalizado aquí
Esta historia está protegida por la ley de derechos de autor. Prohibida su reproducción parcial o total.
Copyright ©2018 Sandra P. Coral D.
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