Cuando se trata de la atracción del amor, la gente se deja llevar por las películas y los cuentos de hadas en los que nos han enseñado que la pareja ideal es un príncipe encantador que es perfecto en todos los sentidos, o que la princesa encantada es una chica maravillosa que tiene todas las cualidades soñadas y en estos dos personajes los defectos no existen. Todo es maravilloso, y el cuento termina con una frase trillada: “Y vivieron felices por siempre”. Pero la realidad está muy lejos de ser algo parecida a lo que vemos en los cuentos de hadas.
Conviene entonces tener los pies bien puestos sobre la tierra, dejar de tener un pensamiento infantil y enfocarse en que la perfección no existe en ningún ser humano. Si no existe en ti, entonces ¿Por qué pretender que tu media naranja sea perfecto?
Pero ojo, cuando te hablo de que la perfección no existe, de que es conveniente ver con claridad la verdadera cara de la moneda, no estoy diciendo que sea imposible vivir el amor con tanta felicidad que puedas usar con bastante frecuencia una nueva versión de esa frase tan trillada en los cuentos, pero adecuada a nuestra realidad: “Y vivieron felices SIEMPRE”
Nótese que sólo he hecho un pequeño cambio a esa frase:
Y VIVIERON FELICES POR SIEMPRE
A
VIVIERON FELICES SIEMPRE.
A lo que voy es que la búsqueda del príncipe azul o la princesa maravillosa según las características de los cuentos de hadas: alto, apuesto, inteligente, amoroso, romántico, adinerado, sin un solo defecto, con un matiz casi angelical es algo inexistente en el mundo de los seres humanos. Y Si tu eres una de esas personas que continua descartando prospectos porque por A o B razón han demostrado no ser perfectos como te han hecho creer que debe ser el hombre o la mujer ideal, y sigues enfocado en encontrar ese ser humano que posea miles de cualidades y no aceptas un solo defecto, te aseguro que no llegarás a experimentar la dicha de escribir en tu historia de amor un final con VIVIERON FELICES SIEMPRE.
Recuerda que todo ser humano tienes cualidades y defectos, es normal que recién se conocen todo parezca marchar sobre ruedas y no haya nada que parezca malo en cada uno, ya que se esfuerzan por agradar al otro, sin embargo tarde o temprano con la convivencia cada uno tiende a ser quien es, y aparecen esos pequeños defectitos que antes parecían no estar allí, no porque te los negaron sino porque simplemente no lograste verlos con la emoción de las primeras citas, y entonces empiezan los problemas para aquellas personas que decidieron creer en que el hombre o la mujer perfecta si existe.
Una forma de llegar al VIVIERON FELICES SIEMPRE, es siendo totalmente conscientes de que somos seres humanos que tendemos a equivocarnos, aceptar que no somos perfectos, revisarnos con lupa a nosotros mismos y encontrar esos defectillos que hacen parte de nuestra personalidad, entender que aunque no son lo mejor, son parte de nosotros y nos hacen únicos, así como las cualidades, analizar que estos defectos que a veces son tan desagradables y difíciles de corregir para nosotros mismos, tampoco serán agradables a los ojos de otros, y una vez entendido esto, entonces ser flexible con otras personas, entendiendo que ellas también tienen defectos, de la misma manera en que tú los tienes, e intentas cambiar y trabajar en mejorar lo que sabes que se puede mejorar, tendrás la paciencia para que esa otra persona logre transformar sus defectos de manera que dejen de ser un problema en su vida y en la de otros.
Al tomar esta conciencia de que tarde o temprano los defectos aparecerán en tu posible pareja y aceptarlo sin juzgarlo duramente al recordar que tú también tienes lo tuyo, aprenderán a trabajar en equipo para ser mejores y eliminar esos molestos detalles de la personalidad para así lograr una mejor convivencia juntos, esto permitirá que cada momento en pareja se convierta en una oportunidad de conocerse, compartir y disfrutar incluso las cosas negativas que aparecen en el camino.
Sabemos que la vida está compuesta por situaciones variadas, tristeza, alegría, decepción, felicidad, duelos, etc. Pero estas situaciones no tienen por qué ser razón para DEJAR DE VIVIR CON FELICIDAD, porque a pesar de los momentos difíciles al final la forma en la que decides tomar cada una de tus vivencias determina el grado de felicidad que tú decides vivir. Si aprendes de todo lo vivido, al final de tu historia podrás tomar de la mano a esa persona que puede ser tu príncipe o princesa azul terrenal (es decir la persona justa para ti, que eres capaz de amar con todo lo que lo compone, sus cualidades y defectos) y cerrar tu libro con Y VIVIMOS FELICES SIEMPRE.
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